Bronceado de salón: pros y contras

Los tiempos cambian. Y, si en la Edad Media la deslumbrante piel blanca se consideraba el estándar de belleza, los fashionistas modernos se esfuerzan incluso en la estación fría para darle a la piel el tono de bronceado deseado. Pero, el duro clima de Rusia rara vez es generoso en los días soleados, y no todo el mundo tiene la oportunidad de ir al sur a las cálidas ciudades turísticas. En tales casos, un bronceado de salón viene al rescate.

Una de las principales razones por las que las mujeres modernas prefieren el bronceado de salón es su disponibilidad en cualquier época del año y su bajo costo. El tono deseado de bronceado se logra en cuestión de minutos, mucho más rápido de lo que requeriría la exposición al sol.

El tiempo de permanencia en el solarium, calculado por expertos, elimina el riesgo de quemaduras, y el uso de modernos filtros minimiza el fotoenvejecimiento de la piel.

Pero, sin embargo, el bronceado de salón tiene una cantidad significativa de desventajas.

Hablando de las razones de las sesiones extremadamente cortas, notamos que una de las razones clave es el alto nivel de radiación y el estrés que generan las lámparas de alta intensidad para cualquier piel. Los rayos ultravioleta representan una amenaza considerable de daño a nivel molecular de la piel, e incluso unos pocos minutos de estar en un solarium no pueden resolver este problema por completo. Una visita al solarium turbo se considera especialmente indeseable.

Hasta cierto punto, la desventaja es la disponibilidad de un procedimiento de bronceado de salón, cuyo significado principal debe reducirse a la síntesis de vitamina D3 para mantener el nivel adecuado de salud. En invierno, la síntesis óptima de esta vitamina se produce en pieles claras de tono natural; solo en este caso, la cantidad adecuada de radiación ultravioleta pasará a través de él. El bronceado de salón evita en gran medida esto, al tiempo que se convierte en solo una parte de la apariencia, que no afecta el estado del cuerpo.